Adele, la chica récord

Un repaso a través de los logros de la gran ganadora de los Grammys

A esta altura, ¿hace falta aclarar quién es Adele? Ya no. Porque, trascendiendo los gustos y fronteras, la británica ya se transformó en parte de la historia de la música. La confirmación absoluta: su arrasadora experiencia en la ceremonia de los Grammys 2012. Con seis premios (21 fue elegido Mejor álbum y Mejor álbum vocal pop; "Rolling in the Deep", Mejor grabación y Tema del año y Mejor video; "Someone Like You" como Mejor actuación pop), la chica sensible pero resuelta, melancólica pero risueña, logró lo que nadie más: ni los Foo Fighters, con su poderío rockero alcanzando la máxima expresión de su carrera, pudieron superar la marca. Ellos tuvieron cinco, nada mal pero no. Adele fue capaz de unir los extremos de las audiencias, durante su corta vida y cortísima experiencia en la industria logró conquistar al público de todas las edades y garantizarse la fidelidad presente y futura de quienes aún veneran al disco como objeto; y los que no también.

Y así, a pesar del hecho lamentable que terminó de instalarla en la cima del podio de las herederas del soul inglés, la trágica y prematura muerte de su coterránea Amy Winehouse, Adele ya había dejado mucho antes su marca no sólo en los rankings mundiales. Porque ella fue la artista que más vendió durante 2011, superando incluso a Lady Gaga; porque, gracias a la enorme demanda de su segundo trabajo, 21 (su segundo compilado R&B actualizado en clave pop, con el megahit "Rolling in the Deep" incluido), las ventas de discos percibieron una leve alza por primera vez desde 2004. Y porque hay algo en su voz poderosa y a un tiempo amable, en la forma en que narra y sopesa esas historias dramáticas de amor no correspondido y dolor y bronca, en la forma en que se para frente al mundo con sus kilos de más importándole nada (aunque ahora...), que la diferencia de todas las otras, que la eleva sobre la posible competencia. Adele, a sus 23 años y con una profunda vulnerabilidad de chica sensible escondida tras el estoicismo de su potencia vocal y una imagen que denota autosuficiencia, fue la última artista británica en reventar todos los charts en los Estados Unidos.

Tras recuperarse de una operación de garganta que la mantuvo alejada de los escenarios, Adele volvió a cantar frente a la audiencia mundial en los Grammys: su interpretación de "Rolling in the Deep" dejó a todos atónitos, una vez más.